Salo inició su vida escolar a los 3 años de edad en el 2021, nosotros estábamos muy nerviosos con todo este proceso por ser padres primerizos queríamos que nuestro tesoro se sintiera como en casa, fuimos a varios jardines y nos gustó desde el primer momento Kids Country House, cuando lo conocimos nos gustó el personal, la atención, la seguridad, las instalaciones todas eran del tamaño preciso para que nuestra hija se sintiera cómoda; teníamos muchas dudas y todas fueron despejadas con mucha paciencia y dedicación por las personas que nos atendieron, como cualquier pareja de padres primerizos les contamos todos nuestros miedos, Salo aún no había aprendido a ir al baño, usaba pañal, estábamos iniciando el proceso pero era demorado, temíamos que no comiera bien y que llorara o no se adaptará pronto ya que era muy consentida.
El primer día de clase fue muy difícil para nosotros, nunca había salido sin ninguno de los dos a ningún lado y ese día, a parte de ir al jardín por primera vez sola, se fue en ruta del servicio que es ofrecido por Rumbos en el Jardín; fue una experiencia única, iba muy emocionada, se subió a la ruta y la monitora y el conductor la hicieron sentir muy tranquila, nosotros hablamos con ella que la íbamos a estar esperando en casa y que se iba a divertir, fue un día muy feliz para ella, llegó emocionada y seguía despertándose temprano y feliz cada día, lo que nos emocionaba aún más.
Aprendió a ir al baño al segundo día de estar en el colegio, los avances eran realmente importantes, llegaba enseñándonos palabras en inglés y hablando muy fluido, ver que llegaba feliz nos hizo sentir más tranquilos, el acompañamiento a diario por parte de los profesores ha sido importante en su proceso.
Kids Country House se tuvo que transformar como todos cuando llegó la pandemia, un momento difícil en general donde iniciamos clases virtuales, otro reto más, pensamos que no estaría concentrada y se aburriría pronto, de alguna manera los profesores se ingeniaron formas divertidas de hacer clases, bailando, cantando y jugando para continuar con el aprendizaje de todos los alumnos.
Nuestro mayor agradecimiento está con el segundo hogar de Salomé, ya que es una alumna que no solo tuvo que sortear el reto de estar en confinamiento por COVID-19, si no que tuvimos un apoyo extra ya que Salo en el 2021 se convirtió en paciente oncológico por el que estuvimos internadas en un hospital aproximadamente por 6 meses y en casa el siguiente año, los docentes nos consintieron, nos hicieron sentir todo el amor que puede tener una familia, nos llegaban cartas de los compañeritos de Salo, peluches, amor y nos ofrecieron y nos permitieron continuar con la educación a distancia para que Salo pudiera distraerse y seguir aprendiendo, nos ofrecieron flexibilidad y casi clases personalizadas, nos llevaban los trabajos hasta la clínica donde estuvimos hospitalizadas, siempre nos motivaron a seguir con fe para sobrellevar todo este proceso.
Salo a pesar de todas las ausencias, este año fue admitida a primaria en un colegio Bilingüe con la nota más alta, incluso la felicitaron porque el avance es impresionante, esto es muestra del nivel de Kids Country House.
Siempre que nos piden referencias de un Jardín, que tenga un buen nivel, que los niños aprendan pero sean tan felices como en casa, pensamos en Kids Country House, cada una de las personas que trabajan en las diferentes áreas, se transformaron en el super héroe y super heroína en cada uno de los momentos difíciles y buenos que tuvimos que pasar para acompañarnos a continuar.
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